El espectáculo de Tony Blair toreando el informe Butler podría ser incluso divertido. ¿Qué no se le ocurrirá a este hombre para seguir en el poder, aparte de decir siempre lo mismo? Eso, por la boca; en materia de gestualización política, Blair utiliza todo lo que tiene a mano: intenta sacrificar al MI6, como Bush hizo con la CIA y el PP busca hacer desde la oposición con el CNI. Tira de promesas en política social sacando músculo de viejo laborista. Bravuconea en Gibraltar, agita el fantasma del euroescepticismo, recurre a su mejor sonrisa. Hace lo que sea para seguir patéticamente aferrado al sillón. Existe el precedente del Gobierno de Aznar, pero Blair debe de pensar que España es España y el Reino Unido, otra cosa más seria. Quizá en parte es así: léanse el tono de las conclusiones del informe Butler: viene a decir que entre todos mataron a la burra y ella sola se murió. Todos cometieron errores, pero nadie es culpable.

*Profesor de Historia.