El presidente de EEUU, George Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, se enfrentaron anoche en la cumbre de la OTAN con España, Alemania, Francia e Italia sobre la forma de realizar la misión de la ONU de estabilización de Afganistán (ISAF). Bush y Blair, con el respaldo del secretario general de la Alianza Atlántica, el holandés Jaap de Hoop Scheffer, reclamaron a esos países más militares y, sobre todo, que levanten sus restricciones para poder utilizar sus contingentes nacionales en la guerra contra los grupos talibanes en el sur del país.

España, Alemania, Francia e Italia se oponen, porque no quieren que sus soldados enviados a Afganistán en una misión de paz se utilicen en operaciones de guerra que causan víctimas civiles. La división de los aliados dominó el inicio de la cumbre de Riga (Letonia), la primera reunión de la OTAN al máximo nivel en un antiguo territorio de la extinta Unión Soviética.

Bush, que llegó a Riga desde Estonia, afirmó antes de iniciarse la cumbre que los países aliados deben suministrar a la OTAN los militares que necesita en Afganistán y que todos los estados deben estar dispuestos a asumir "misiones difíciles".

DEFENSA MUTUA El presidente de EEUU recordó a España, Alemania, Francia e Italia la obligación de todo aliado de acudir en ayuda de los demás en caso de ataque. "La OTAN fue fundada en un claro principio: un ataque a uno es un ataque a todos. Este principio es válido tanto si el ataque se produce en el territorio nacional como a nuestras fuerzas en una misión de la OTAN en el extranjero", insistió Bush.

En una intervención ante la Universidad de Letonia, Bush destacó los nombres de los países que combaten a los talibanes en Afganistán y evitó cualquier mención a España, Alemania, Francia o Italia, que mantienen importantes contingentes de tropas en el país desde la caída del régimen talibán.

Por su parte, Blair aseguró que "la credibilidad de la OTAN está en juego" y reclamó a los cuatro países un mayor esfuerzo en Afganistán. De Hoop Scheffer también señaló que "no es aceptable que en la misión del sur de Afganistán sigan faltando el 20% de los soldados necesarios", unos 2.500 militares.

El recrudecimiento de los ataques talibanes han causado la muerte de unos 150 soldados aliados este año. EEUU y Gran Bretaña, que forzaron el despliegue de la OTAN con tropas insuficientes en el sur del país para que Washington pudiera retirar sus soldados, exigen poder usar los contingentes desplegados en otras regiones para sus ofensivas militares en la zona.