Zimbabue acaparó ayer la atención en la primera jornada de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA), y hoy lo hará de nuevo. La división reina entre los líderes africanos reunidos en Sharm el Sheij (Egipto), que buscan una salida política al conflicto mientras los países occidentales presionan a la UA para que condene sin paliativos al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, a quien acusan de haber renovado su mandato presidencial en unas elecciones "fraudulentas". Pero mientras EEUU y la Unión Europea (UE) se disponen a imponer sanciones al régimen de Harare, Africa se inclina por tratar de favorecer el diálogo entre Mugabe y la oposición.

El sector africano más intransigente con Mugabe lo encabeza Kenia. Ayer el primer ministro, Raila Odinga, afirmó que el presidente de Zimbabue "debería ser suspendido de la UA hasta que permita la celebración de elecciones libres justas entre él y sus oponentes". Una opinión que contrasta con la del presidente de Gabón, Omar Bongo, quien no dudó en cerrar filas con Mugabe. "Los africanos somos capaces de decidir por nosotros mismos", afirmó Bongo, en alusión a las presiones de Occidente. "Hemos recibido en la cumbre a Mugabe como a un héroe. Ha sido elegido y es el presidente". Bongo lleva en el poder más de 40 años.

PAPEL MEDIADOR Por su lado, Suráfrica, país que ha actuado como mediador, apuesta decididamente por el diálogo y se propone convencer a Mugabe para que se siente a negociar un Gobierno de transición con el líder de la oposición, Morgan Tsvangirai. Mugabe juró por sexta vez como jefe de Estado el domingo. Según las autoridades, obtuvo más del 80% de los votos en la segunda vuelta electoral, a la que no se presentó Tsvangirai como protesta por la represión que sufrían sus simpatizantes. El líder opositor pidió a la UA que no reconozca el triunfo de Mugabe y que mande a un observador.

El presidente surafricano, Thabo Mbeki, impidió la semana pasada que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara un borrador de resolución que calificaba el proceso electoral de "ilegítimo". Ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que las votaciones electorales "no han producido un resultado legítimo". En términos similares se pronunciaron las tres organizaciones africanas que supervisaron los comicios.

RETIRADA DE EMBAJADORES En todo caso, tanto EEUU como la UE esperan el resultado de la cumbre de Sharm el Sheij para mover ficha. De momento, Washington prepara un paquete de medidas para castigar económicamente el régimen de Mugabe, que mantiene al país en un estado de quiebra absoluta. Italia sugirió retirar de Zimbabue a los embajadores de los 27 países de la UE y anoche llamó ya a consultas al suyo.