La junta de gobernadores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) puso ayer el contencioso nuclear iraní en manos del Consejo de Seguridad de la ONU, que lo empezará a estudiar la semana próxima. La AIEA se reafirmó en su resolución del 4 de febrero durante una reunión celebrada en Viena que acabó con un agresivo intercambio de amenazas entre Irán y Estados Unidos. El jefe de la delegación iraní, Javad Vaedi, amenazó a EEUU con causarle "dolor y daño" si Washington busca la confrontación.

"Estados Unidos tiene el poder de causar daño y dolor, pero es también susceptible de sufrir daño y dolor", afirmó Vaedi, subsecretario del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional de Irán. "Si EEUU desea ir por ese camino, dejemos que la pelota se mueva en esa dirección", dijo.

Pero la escalada verbal no se detuvo ahí. El dirigente iraní amenazó también con recurrir al arma del petróleo --es decir, reducir las exportaciones -- "si la situación cambia". "En cualquier caso, vamos a seguir adelante con la investigación del enriquecimiento de uranio", dejó claro.

La respuesta estadounidense no fue menos contundente. El embajador de EEUU ante la AIEA, Gregory Shulte, acusó a Teherán de "seguir un camino de flagrantes amenazas y negociaciones falsas", y subrayó que esa opción deja al país "aislado y expuesto al riesgo de serias consecuencias", informa Reuters.

DIEZ BOMBAS ATOMICAS El diplomático de EEUU afirmó que Teherán "ha violado sus obligaciones internacionales y ha perdido la confianza internacional en la naturaleza pacífica de su programa nuclear". Shulte precisó también que, según los expertos de la ONU, Irán dispone de 85 toneladas de uranio en forma de gas (UF6), "suficiente para enriquecer uranio para fabricar unas 10 bombas".

"Ha llegado el momento de que actúe el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", afirmó el embajador de EEUU. El número tres del Departamento de Estado de EEUU, Nicholas Burns, indicó que los debates en el órgano ejecutivo de la ONU empezarán el lunes o el martes.

Los 35 países miembros de la junta de gobernadores de la AIEA no aprobaron ninguna resolución sobre el contencioso iraní, ya que el dosier ya había sido enviado formalmente al Consejo de Seguridad el mes pasado. Pero los cinco miembros permanentes del órgano ejecutivo de la ONU acordaron no actuar hasta recibir el último informe técnico del director general de la AEIA, Mohamed el Baradei, que tenía previsto remitirlo entre ayer y hoy.

"Si el Consejo de Seguridad discute el caso iraní es su asunto. Qué acción tomarán es obviamente también su asunto", afirmó ayer El Baradei. Pese a la agresividad verbal entre Estados Unidos e Irán, el premio Nobel de la Paz se declaró "optimista" y recordó que uno de los objetivos del Consejo de Seguridad "es encontrar una solución pacífica a conflictos". Sin mencionarlos, El Baradei llamó también a EEUU y a Israel a "mantener la calma y reducir la retórica".

Cuando tome cartas en el asunto, el primer paso del Consejo de Seguridad será posiblemente hacer un llamamiento a Irán para que deje de enriquecer uranio y coopere con los inspectores de la AIEA, sin establecer ultimátums o amenazas. Un intento estadounidense de imponer sanciones topará con la fuerte resistencia de Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad con importantes intereses energéticos en Irán.

También los europeos se muestran cautos. La troika europea que ha negociado con Irán en el último año --Francia, Alemania y Gran Bretaña-- señaló ayer que el traspaso del contencioso a la ONU "no es el fin de la diplomacia". Pero la UE recordó que si Irán "no cumple las resoluciones de la Junta, el Consejo de Seguridad de la ONU deberá hacer valer su peso para esclarecer los asuntos pendientes".