Zapatero quiso celebrar ayer también el aniversario del final del nazismo con los niños de la guerra, españoles hoy ancianos que fueron enviados por sus familias a la URSS para salvarlos de la guerra civil. Cerca de 130 lucharon en Stalingrado y medio centenar pereció en combate. En la reunión, celebrada en la embajada, el presidente les agradeció haber "llevado a España en el corazón" y ayudado a tener "un país libre y en democracia". Se comprometió a verlos de nuevo en octubre.

Zapatero les repartió las tarjetas de sanidad que aprobó el Gobierno, con las que podrán acceder a un servicio de más calidad en Rusia gracias a un convenio con una empresa del sector.