El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, exigió ayer a EEUU que retire sus tropas de todo el mundo y que pida perdón por los "crímenes" cometidos contra Irán, después de que el recién estrenado presidente estadounidense, Barack Obama, se mostrara dispuesto a dialogar con Teherán si las autoridades iranís abrían "el puño". Desde hace tres décadas, no mantienen relaciones diplomáticas y los periodos de tensión han ido in crescendo .

Ahmadineyad, cuyo mandato acaba en junio y que ya ha dicho que se presentará a la reelección, asegura tener toda la confianza de la más alta autoridad del Estado, el ayatolá Alí Jamenei, que todavía no ha respondido a la oferta de Obama.

Mientras Washington aguarda la respuesta de Jamenei, Ahmadineyad no hizo concesión ni guiño alguno a su posible interlocutor, el nuevo jefe de la Casa Blanca: "Aquellos que hablan de cambio deben presentar sus excusas al pueblo iraní e intentar reparar sus malos actos pasados y los crímenes que han cometido contra Irán".

Entre los agravios pasados, Ahmadineyad enumeró el golpe de Estado de 1953 contra el entonces primer ministro Mohamed Mossadegh organizado por EEUU, la oposición estadounidense a la revolución islámica en 1979 y el apoyo a Sadam Husein en la guerra Irán-Irak.