El Gobierno interino iraquí de Iyad Alaui piensa ampliar a todas las ciudades conflictivas del país la amnistía acordada en el bastión shií de Ciudad Sadr para favorecer la entrega de armas, según anunció ayer el asesor de Seguridad Nacional, Kasim Daud. La amnistía podrá entrar en vigor a partir de la próxima semana, según Daud, que indicó que el Gobierno está satisfecho del desarme de Ciudad Sadr, por lo que ha ampliado hasta el jueves el plazo para entregar armas.

Pero la violencia sigue su sangriento curso en el país. El grupo armado llamado Ejército Islámico de Irak se atribuyó ayer el asesinato de dos rehenes macedonios en un comunicado enviado a la televisión qatarí Al Jazira. Una cinta de vídeo en la que los dos secuestrados mostraban su pasaporte acompañaba al texto. Macedonia, que contribuye con una treintena de soldados a la fuerza multinacional, mantiene en Irak a muchos ciudadanos que trabajan en empresas de seguridad privadas. Además, un periodista australiano fue liberado por sus captores tras permanecer 24 horas secuestrado.

LIBERADO EL JEQUE SUNI Las tropas de EEUU, por su parte, dejaron en libertad al jefe de la delegación suní que mantenía negociaciones con el Gobierno interino para pacificar la ciudad rebelde de Faluya. Tras ser liberado, el jeque suní Jaled al Jumeili dijo que la delegación que preside no prevé reanudar los contactos de paz con el Gobierno.

Las conversaciones se interrumpieron el miércoles, después de que Alaui amenazara con atacar Faluya si las autoridades locales no entregan a Abú Musab al Zarqaui, supuestamente atrincherado en la ciudad rebelde suní. Ayer, en un comunicado colgado en internet, el grupo de Zarqaui, Monoteísmo y Guerra Santa, afirmó que a partir de ahora se pondrá bajo las órdenes de Osama bin Laden.

Mientras, el alto mando de EEUU informó de la explosión, el domingo, de un coche bomba en Mosul. Al menos seis civiles murieron y una quincena resultaron heridos. En Bagdad, dos iraquís perdieron la vida ayer.