El Gobierno iraquí combatirá sin contemplaciones a todos los grupos al margen de la ley que operan en el país y se niegan a dejar las armas. Así lo advirtió ayer el primer ministro, Iyad Alaui, poniendo sobre aviso a los milicianos de Moktada al Sadr que tengan la tentación de trasladar su rebelión a otras ciudades de Irak.

"Vamos a enfrentarlos con la fuerza. Hay ciertos elementos del Ejército del Mehdi que quieren hacer las cosas más difíciles en Irak --manifestó--. Después de Nayaf, el Gobierno no permitirá a los grupos armados llevar a cabo operaciones en ninguna parte, da igual que sea Al Qaeda, Abú Musab al Zarqaui, Osama Bin Laden o el Ejército del Mehdi". Alaui exigió a los milicianos del clérigo shií que entreguen las armas. "Es algo fundamental, y el Gobierno no piensa ceder en este aspecto".

ATAQUE EN MOSUL Sin embargo, la actividad de los grupos armados es constante. Ayer, varios insurgentes atacaron un convoy de soldados estadounidenses en Tal Afar, muy cerca de Mosul. El intercambio de disparos dejó dos guerrilleros muertos. Más de 30 civiles, entre ellos mujeres y niños, resultaron heridos. Además, los rebeldes atacaron otro oleoducto en el sur del país, donde la producción sigue afectada por atentados recientes.