El rey de Bélgica, Alberto II, ha aceptado finalmente la dimisión del Gobierno liderado por el democristiano Yves Leterme y, tres días después de su renuncia, sigue buscando un sustituto que cuente con el respaldo de la actual coalición.El monarca ha pedido al Ejecutivo saliente -formado por democristianos, liberales y socialistas- que siga de momento encargándose de la gestión corriente, mientras continúan las negociaciones contrarreloj.

Leterme presentó el viernes su renuncia, tan sólo nueve meses después de asumir el cargo, tras haber sido acusado por el presidente del Tribunal de Casación de haber presionado a los jueces a fin de evitar la anulación de la venta de Fortis, primer grupo financiero del país, al banco francés BNP Paribas.

En un comunicado dirigido a los medios de comunicación tras la decisión del rey, el líder flamenco volvió a negar hoy haber interferido en el curso de la justicia. "En ningún momento ha habido interferencia, y menos intento de obstaculizar el procedimiento judicial", afirma el primer ministro, quien reitera haber actuado siempre en defensa del interés general.

Según sus colaboradores, Leterme ha decidido renunciar a seguir en el gobierno para volcarse en los trabajos de la comisión parlamentaria que investigará el escándalo y "limpiar" su imagen.

En las próximas horas, el rey tendrá que decidir si designa a un "formado" o a un "informador" que despeje el camino, antes de dirigirse a la nación en su tradicional discurso de Nochebuena. El mensaje navideño del monarca, que se graba como mínimo unas horas antes de su emisión, tiene que contar con el respaldo del Ejecutivo, por lo que la decisión no debería hacerse esperar más allá de mañana.

El Gobierno en pleno tuvo que dimitir el pasado viernes después de que el Tribunal de Casación -la máxima instancia judicial del país- acusase a estrechos colaboradores de Leterme y al ministro de Justicia de presionar a los jueces para impedir una sentencia desfavorable sobre la venta de Fortis. El primer ministro reconoció que se habían producido contactos entre el jefe de su Gabinete y el marido de una de las juezas que debía decidir sobre el caso, pero negó tajantemente que se hubiese intentado presionar u obstaculizar el procedimiento judicial.

El rey debe encontrar ahora un candidato que satisfaga a los cinco partidos que forman la coalición gubernamental -los flamencos (CD&V, democristianos) y Open VLD (liberales), y los francófonos PS (socialistas), MR (liberales) y CdH (Centro Democrático Humanista). En los últimos dos días, los nombres que más han sonado han sido el del actual presidente de la Cámara, Herman Van Rompuy (CD&V), y el del ex primer ministro Jean-Luc Dehaene (CD&V), que no cuenta con la simpatía de los liberales, pero nada está decidido aún.

No está claro si la solución pasará por un Ejecutivo provisional con un nuevo primer ministro hasta las elecciones regionales y europeas de junio o por uno que pueda extenderse hasta el final de la legislatura (2011). También sigue en el aire la composición que tendría la nueva formación gubernamental.

Esta misma tarde el Partido Socialista Flamenco (SP.A) dijo estar dispuesto a entrar en el próximo gobierno si el rey se lo solicita, una afirmación que ha puesto nervioso al grupo liberal, el cual teme que esta formación perdedora en las últimas elecciones esté tratando de sacar tajada de la crisis.

En vista de la urgencia del caso, lo más fácil sería reeditar un Gobierno que respete el equilibrio actual -liberales y democristianos de ambos lados del país más los socialistas francófonos.

El estallido de la crisis ha paralizado por completo importantes negociaciones del ámbito nacional e internacional como los presupuestos generales de 2009, el plan de reactivación económica y los expedientes Fortis o Kaupthing.