La Unión Europea (UE) abrió ayer el proceso para intentar salvar bajo el liderazgo de Alemania el contenido sustancial del proyecto de Constitución europea, bloqueado desde el rechazo francés y holandés hace 18 meses. La cancillera alemana, Angela Merkel, que el 1 de enero asumirá la presidencia semestral de la UE, declaró que intentará "devolver el entusiasmo por la idea de Europa". La cumbre europea, que concluyó ayer en Bruselas, "ha creado un buen clima" para avanzar, aseguró Merkel.

Como primer paso, España y Luxemburgo convocaron una reunión de ministros de Exteriores de los países que han ratificado ya la Euroconstitución en Madrid el 26 de enero para impulsar las negociaciones. También convocaron a los estados que no han ratificado la Constitución a otra reunión el 27 de febrero en Luxemburgo. Esta iniciativa molestó al presidente francés, Jacques Chirac, que criticó a ambos países por inmiscuirse en las competencias de la próxima presidencia alemana.

REFORMA El primer ministro finlandés y presidente saliente de la UE, Matti Vahanen, explicó que existe el "consenso" de que debe reformarse el proyecto de Constitución, pero que no puede partirse de cero y que la mayoría de países desean salvar el máximo que sea posible del proyecto. Merkel advirtió de que sería un "error histórico" no preservar "la sustancia" de la Constitución.

Los líderes europeos también acordaron realizar una pausa en el proceso de ampliación para dar tiempo a la UE de 27 miembros a consolidarse y a pactar la reforma institucional que necesita para funcionar. Tras la incorporación de Bulgaria y Rumanía dentro de 15 días, la UE no aceptará nuevos socios hasta resolver su parálisis institucional.

PARON EN EL CALENDARIO "El ritmo de ampliación debe tener en cuenta la capacidad de la UE de absorber nuevos miembros", destacan las conclusiones de la cumbre. Los líderes subrayaron, además, "la importancia de asegurar que la UE puede mantener y profundizar su propio desarrollo". Francia, Austria y Holanda hicieron eliminar la referencia de que ese proceso podía realizarse al mismo tiempo que proseguía el proceso de ampliación, y obligaron a incluir la mención a la necesidad de un "amplio y sostenido" apoyo ciudadano a la incorporación de nuevos socios. Los líderes también acordaron que "la UE se abstendrá de fijar ninguna fecha objetivo para la adhesión de nuevos países hasta que las negociaciones estén próximas a su fin".

La cumbre, asimismo, decidió aprobar dentro de tres meses un plan para garantizar el suministro de energía a la UE.