El Gobierno alemán pondrá en primer plano la lucha contra el antisemitismo, el racismo y la xenofobia durante la presidencia de la Unión Europea (UE), y desea que la negación del Holocausto y otros genocidios se conviertan en un delito castigado. Así lo explica el programa de la presidencia de la UE, presentado ayer por la ministra alemana de Justicia, Brigitte Zypries.

El Ejecutivo alemán se propone conseguir una armonización mínima de la legislación penal para cuestiones relacionadas con el nazismo y en especial en lo referente a la penalización de declaraciones racistas o xenófobas, incluida la incitación a la violencia o el odio y la negación o minimización de genocidios por motivos racistas.

COOPERACION JURIDICA Alemania ya había llevado esta propuesta a la UE, pero en su momento fue bloqueada por el Ejecutivo italiano de Silvio Berlusconi. "Ahora, con Romano Prodi, Italia tiene una posición más abierta y queremos volver a impulsar ese proceso", dijo Zypries.

Alemania se propone también conseguir mayor seguridad jurídica en los campos del derecho de familia, donde pretende reglamentar la legislación sobre divorcios en el caso de matrimonios entre personas de nacionalidades distintas. Además, pretende mejorar la cooperación práctica entre los órganos de justicia de los países de la UE.