España y el Reino Unido salieron ayer en defensa de la decisión de Estados Unidos de excluir de la reconstrucción política y económica de Irak a los países que se opusieron a la guerra, cuyas empresas no obtendrán contrato alguno. Las represalias de Washington contra Francia y Alemania, junto al resto de países encuadrados en el frente de la paz, dividió ayer a los líderes de los Quince, reunidos en la cumbre europea de Bruselas.

Mientras la Comisión Europea debate cómo impugnar las sanciones de Washington ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), el primer ministro británico, Tony Blair, justificó ayer en Bruselas la decisión de EEUU de vetar a los países detractores de la guerra en la adjudicación de los contratos que, por valor de 18.600 millones de dólares (15.252 millones de euros, 248.607 millones de pesetas) está empezando a licitar. "Los estadounidenses deciden cómo gastar su dinero", sentenció el premier británico, para quien lo más urgente es trabajar para que Irak "se convierta en un país democrático".

RESPALDO DE ESPAÑA En idénticos términos se expresó el Gobierno español. El Ejecutivo considera "lógico" que la Administración estadounidense haya decidido que las empresas que quieran participar en la reconstrucción de Irak con fondos aprobados por el Congreso de EEUU deban cumplir con una serie de condiciones.

El portavoz del Gobierno español, Eduardo Zaplana, explicó ayer que "no es inhabitual, sino todo lo contrario", que, cuando se destinan fondos a cooperación, los países que los destinan pongan determinadas condiciones y que de esto existen "muchos ejemplos".

"En este caso, un país dice qué condiciones son las que deben darse por parte de las empresas que participen con esos fondos en la reconstrucción de Irak", precisó Zaplana en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Al otro lado de la barrera, el presidente de Francia, Jacques Chirac, cuyo país es uno de los principales damnificados por la decisión de EEUU de excluir al frente de la paz de los contratos en Irak, recordó ayer a Washington que la reconstrucción de Irak requiere la unidad de la comunidad internacional. "La situación en Irak no es fácil", ante los cual es preciso definir ante todo "el interés de los iraquís".

REEMBOLSAR EL DINERO Entretanto, el escándalo por los precios abusivos cobrados al Gobierno de EEUU por una filial de Halliburton dirigida por el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, sigue trayendo cola. El presidente de EEUU, George Bush, aseguró que "si alguien ha cobrado al Gobierno precios abusivos, el dinero deberá ser reembolsado".

Según una auditoría realizada por el Pentágono, la suma embolsada por Halliburton con las operaciones de importación de gasolina en Kuwait podría elevarse a 61 millones de dólares (50 millones de euros, unos 8.318 millones de pesetas).