El número de supervivientes del tsunami que necesitan alimentos urgentemente ha subido ya hasta 1,8 millones de personas en un arco que se extiende desde Somalia hasta Tailandia, informó ayer el coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Jan Egeland. La situación más dramática es la de Indonesia, donde hay un millón de desplazados sin comida a los que es muy difícil llegar.

En cambio, los equipos de socorro cuentan con auxiliar a los 700.000 hambrientos de Sri Lanka en los próximos tres días. Pero aún hay que evaluar la situación de zonas remotas de Somalia y de las islas Maldivas.

En total, la comunidad internacional ha contribuido con materiales y dinero por valor de 2.200 millones de dólares (1.630 millones de euros), aunque Egeland subrayó que aún se necesitan más aviones, helicópteros, camiones y otro equipo pesado de transporte. En general, el coordinador de la ONU estimó que "el sistema internacional está funcionando".