La muerte de un chico saharaui de 14 años a manos del Ejército marroquí es "el fin del alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos", dicen activistas saharauis que protestan cerca de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, para exigir a Rabat los mismos derechos que los colonos marroquís. El joven y unos amigos intentaban acceder al campamento que miles de saharauis han levantado para protestar por "el abandono y la discriminación". Al no atender la orden de detenerse, los soldados dispararon, mataron a uno de ellos e hirieron a siete. Por otra parte, la aerolínea marroquí Royal Air Maroc impidió ayer a siete periodistas de medios españoles embarcar hacia El Aaiún para cubrir esta muerte.