El rechazo a la Constitución europea, consumado ya en Francia y Holanda, amenaza con repetirse en Luxemburgo y Dinamarca, los dos próximos países en someter el Texto a referendo.

En Luxemburgo, que celebrará la consulta el 10 de julio, los sondeos sitúan al no por encima del 40%, cuando en octubre del 2004 no pasaba del 19%. La tendencia al alza del voto negativo preocupa tanto al Gobierno que el primer ministro, Jean-Claude Juncker, puso ayer en juego su propia cabeza y anunció que dimitirá si gana el no .

Luxemburgo, que ejerce actualmente la presidencia de la Unión Europea (UE), está casi al final del mandato, ya que Londres tomará el relevo el 1 de julio. Sin embargo, Luxemburgo seguirá presidiendo el eurogrupo los países del euro, ya que Gran Bretaña no está en la unión monetaria.

En Dinamarca, país que votará el 27 de septiembre, la situación parece aún más alarmante. Tres sondeos daban ayer al no un 39,5%, un 34% y un 42, frente a un 30,8%, un 31% y un 36% a favor del . Aunque casi un tercio del electorado se muestra aún indeciso, parece evidente que ha habido un giro. Encuestas precedentes indicaban que los daneses apoyaban la Constitución, aunque por escaso margen.