La amenaza de los radicales islamistas se cierne sobre Holanda. El grupo Tauhid al Islami divulgó ayer un comunicado en el que advirtió a este país de que será blanco de atentados terroristas si no cesan los ataques contra instituciones islámicas que han tenido lugar tras el asesinato del director de cine Theo van Gogh. Es el mismo que se atribuyó los atentados ocurridos en octubre pasado en el Hotel Hilton de Taba, en la península del Sinaí, donde murieron cerca de 30 personas.

"Tenéis una última oportunidad para acabar con los ataques a nuestras mezquitas, escuelas y comunidades musulmanas en Holanda, y si no, lo pagaréis muy caro", señala la circular hecha pública a través de una página web, según informó la agencia holandesa de noticias ANP.

Van Gogh fue asesinado en Amsterdam el 2 de noviembre por un joven de nacionalidad holandesa y marroquí que ese mismo día fue detenido por la policía. Otros cinco sospechosos han sido arrestados en relación con el homicidio del cineasta, y según el periódico De Volkskrant, la policía busca a un sirio vinculado con el caso.

Lo que parece descartado es la conexión entre la muerte de Van Gogh y las recientes detenciones de islamistas en España. El juez Baltasar Garzón, indicó que no hay pruebas de tales vínculos y que no habrá investigación. El coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo, Gijs de Vries, señaló por su parte que es "prematuro" establecer esa relación.

En Holanda, sin embargo, la pista islamista ha multiplicado las agresiones antiislámicas, hasta ocho en la última semana. Ayer, unos desconocidos lanzaron una bolsa con excrementos a través de una ventana del consulado de Marruecos en Rotterdam. Según una encuesta publicada ayer, el 40% de los holandeses desean que los musulmanes "no se sientan como en casa", y más del 90% creen que la gente será menos tolerante.