El azote de Amnistía Internacional (AI) llegó ayer a Francia, donde los autores de los excesos policiales se benefician de "una impunidad de hecho", según denunció en un informe la organización proderechos humanos. El primer sindicato policial, Alliance, tildó el informe de "vergonzoso" y "ridículo".

El informe Francia: La búsqueda de Justicia se basa en una treintena de casos de violencia policial, ocurridos entre 1991 y el 2005. En él, Amnistía denuncia que "Gobierno, jueces y altos mandos policiales permiten que los miembros de la policía usen una fuerza excesiva, y en ocasiones letal, contra presuntos delincuentes de origen árabe y africano sin temor a sufrir consecuencias graves".

AI revela que las quejas sobre la policía aumentaron un 18,5% en el 2004. La ONG pidió la creación de un organismo independiente para llevar ante la justicia a los responsables de violaciones de derechos humanos.