Turquía dio ayer un paso más para intentar cumplir con los requisitos exigidos por la UE para su adhesión al formalizar el levantamiento del estado de emergencia en el sureste del país, donde actuaba la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). "Un nuevo periodo de normalidad para la región comienza hoy", declaró el flamante ministro del Interior, Abdulkadir Aksu.

El Gobierno de Ankara impuso el estado de emergencia hace 15 años, tres años después de que empezara el levantamiento del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). El pasado mes de junio, el parlamento turco dio luz verde al levantamiento del estado de emergencia, medida que entró en vigor ayer mismo. Se trata principalmente de un gesto hacia los dirigentes europeos, quienes en la próxima cumbre de Copenhague deben decidir si ponen una fecha para las negociaciones de adhesión con Turquía.

ALIVIO Y PRUDENCIA

En la localidad de Diyarbakir, en el sureste turco, el levantamiento de las restricciones fue acogido con una mezcla de alivio y prudencia. "El estado de emergencia debe ser abolido en las mentalidades de todos", declaró Halis Guiral, un comerciante kurdo de 35 años.

En 15 años en estado de emergencia, al menos 30.000 personas han perdido la vida en enfrentamientos entre la guerrilla y los soldados turcos.