El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se reunió ayer con las autoridades libanesas en Beirut para pedir a Hizbulá que libere a los dos soldados israelíes capturados y los entregue a la Cruz Roja a través del Gobierno libanés o de una "tercera parte". Según confirmó un oficial gubernamental, Annan hizo esta petición durante una reunión en privado con uno de los dos ministros de Hizbulá en el Ejecutivo, el titular de Energía, Mohammed Fneish.

El secretario general de la ONU exhortó a Israel a que levante el bloqueo marítimo y naval sobre el Líbano, el cual está dificultando la llegada de ayuda humanitaria y el inicio de la reconstrucción. "Estoy trabajando con las autoridades israelís y otros socios internacionales para que eso se materialice", dijo en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro libanés, Fuad Siniora.

MENU A LA CARTA Pese al alto el fuego, Annan no está contento con la actuación de Israel y de Hizbulá. Ayer afirmó que ambas partes no pueden "elegir y tomar" los párrafos de la resolución que más le convienen, pues "no es un menú a la carta".

Annan tiene previsto reunirse hoy con las autoridades hebreas en Jerusalén, en la segunda parada de una gira por toda la región. Todo indica que su viaje incluirá Siria e Irán, para abordar el levantamiento del embargo. Pero difícilmente tendrá éxito sin progresos en la liberación de los militares israelís. "Hasta que no se resuelva el asunto de los soldados, el resto tiene poco significado", dijo ayer la ministra de Exteriores Tzipi Livni.

FRONTERA CON SIRIA Israel exige además el despliegue de las tropas multinacionales en la frontera Siria para prevenir el contrabando de armas a Hizbulá, medida a la que se oponen tanto la guerrilla como el Gobierno de Beirut.

Annan negó que la fuerza de paz tenga mandato para hacerlo, pero recalcó la necesidad de unas "fronteras protegidas para que no haya intentos de rearme". En este sentido, el secretario general de la ONU cuenta con la ayuda del Ejército libanés que ha iniciado el despliegue de cinco batallones en la frontera siria. Damasco ha amenazado con cerrarla si se despliegan las tropas internacionales.

Italia aprobó ayer el envío de 2.500 soldados, en lugar de los 3.000 anunciados inicialmente. Los primeros mil saldrán mañana en una fragata y prevén llegar al Líbano el viernes.

A expensas de una futura resolución que aclare su mandato, Annan dijo que "si les atacan a las fuerzas de interposición de la ONU tendrán que defenderse y también proteger a los civiles del fuego". Pero su función, reiteró, no será desarmar a Hizbulá.