El secretario general de la ONU, Kofi Annan, solicitó a EEUU y Gran Bretaña un calendario preciso sobre el final de la ocupación de Irak, justamente cuando la caótica y sangrienta posguerra en que está sumido ese país prueba que, si Washington pudo ganar la guerra por su cuenta, no es capaz de ganar la paz sin ayuda de la comunidad internacional.

Por ello, la Casa Blanca sopesa ahora retornar al Consejo de Seguridad, en busca de una resolución que satisfaga a Francia, Alemania, la India, Rusia y otros países, dispuestos a mandar tropas a Irak sólo si la ONU lo aprueba.

"Es importante que los iraquís perciban que existe un calendario claro que conduzca a la restauración total de su soberanía", subrayó Annan en su primer informe sobre la posguerra iraquí, entregado al Consejo de Seguridad el viernes para su discusión la semana entrante. Annan hizo hincapié en que su "mensaje principal" consiste en que "la democracia no puede imponerse desde fuera", sino que debe surgir de los propios ciudadanos iraquís.

COSTE EN VIDAS HUMANAS

En Washington, la realidad del oneroso costo en vidas humanas y dinero ha terminado por calar en la Administración de Bush, y está minando la popularidad del presidente, según reveló ayer un sondeo de la cadena televisiva CNN, donde sólo un 39% de los consultados cree un éxito la campaña de Irak, frente al 52% de finales de marzo.

Además de los 4.000 millones de dólares mensuales que le cuesta al Tesoro estadounidense la ocupación, no cesan las bajas de EEUU, que suman ya 149 en combate, dos más que en la primera guerra del Golfo.