El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió ayer la contribución de los países europeos a una eventual fuerza de interposición que se desplegaría en la frontera entre el Líbano e Israel y cuyo mandato y tamaño deberá discutir el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Annan dijo que la fuerza deberá ser superior a los 2.000 miembros y deberá estar mejor armada que la actualmente estacionada en el sur libanés, además de tener un concepto "modificado y diferente" de operación. "Es urgente que la comunidad internacional entre en acción para marcar la diferencia", afirmó.