La Autoridad Nacional Palestina (ANP) pide tiempo para desmantelar las facciones armadas palestinas. EEUU presiona a Israel para que le dé oxígeno al primer ministro palestino, Abu Mazen, y el Gobierno de Ariel Sharon anuncia un parón de 24 horas en sus operaciones contra activistas de los grupos islamistas. Pocas horas después, el Ejército mata en Naplusa a tres miembros de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Al Fatah. Tras otro día de violencia e intransigencia, la crisis entre palestinos e israelís es cada vez más peligrosa.

REUNIONES A DOS BANDAS

Y la crisis es también explosiva, como la definió ayer Osama el Baz, asesor personal del presidente egipcio, Hosni Mubarak, que se encuentra de misión imposible por la zona. Como la ANP e Israel ni siquiera se hablan entre ellos, El Baz hizo ayer de correveidile y se entrevistó en Ramala con Yasir Arafat y Abu Mazen, y en Tel-Aviv con el ministro de Exteriores israelí, Silvam Shalom. El Baz transmitió a Shalom que la ANP necesita más tiempo para enfrentarse a los grupos radicales y que Abu Mazen promete hacerlo.

Pero Israel no está por regalar días, ni siquiera horas. De ahí que, a pesar de que la Casa Blanca insiste en que se restablezca la cooperación con los palestinos, las operaciones militares prosiguen. En Gaza, el Ejército volvió a cortar en tres la carretera de Salahadin, suprimiendo de golpe la única mejora real que han disfrutado los palestinos desde la aplicación de la Hoja de ruta . Hamas respondió lanzando cuatro morteros caseros sin causar daños.

TOQUE DE QUEDA Y MUERTES

Y en Cisjordania, hubo muerte, toques de queda y detenciones. Tres militantes de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa acusados de estar implicados en ataques murieron en Naplusa por disparos del Ejército cuando estaban atrincherados en el tejado del hospital de Rafidya. Naplusa se encuentra en toque de queda desde el jueves, mientras el Ejército practica detenciones y registros en una operación que, según fuentes militares, puede durar hasta cuatro semanas. El Ejército también actuó en Yenín y Tulkarem, deteniendo a una decena de palestinos.

Al poco de estas muertes en Naplusa, fuentes israelís amenazaron con aplicar a los líderes de las Brigadas los asesinatos selectivos que usa con los de Hamas si éstas deciden vengarse.

En EEUU, Bush ordenó congelar los activos de seis dirigentes de Hamas y de cinco organizaciones acusadas de financiar a la organización, como represalia por el atentado del martes.