La soldado estadounidense Lynndie England será probablemente sometida a otro consejo de guerra en los próximos meses, opinaron ayer varios juristas, tras la sorpresa causada el día anterior por el rechazo de su declaración de culpabilidad por el escándalo de torturas a presos iraquís en la prisión bagdadí de Abú Graib.

England llegó el miércoles al juicio en Fort Hood (Tejas) con su madre, que sostenía al bebé que tuvo con el soldado Charles Graner, instigador de los abusos. Al llegar, el presidente del consejo de guerra, en lugar de sentenciarla, declaró nulo el juicio, lo que la deja en un limbo legal.

Quien no será sometido a consejo de guerra es el marine que el 13 de noviembre, en el asalto a Faluya, disparó a la cabeza de un iraquí desarmado, al considerarse que fue en defensa propia.