Como en los libros de Agatha Christie, la víctima tenía muchos enemigos; pero al contrario que en las novelas, la víctima ya estaba muerta. De hecho, el suceso encaja con las extrañezas de Chipre, esa pequeña isla mediterránea que continúa siendo el único país dividido por un muro dentro de la Unión Europea.

El pasado 11 de diciembre, la policía anunció que el cadáver del expresidente de la República de Chipre Tassos Papadopoulos había sido robado de su tumba. Solo faltaba un día para cumplirse el primer aniversario de la muerte del político. La policía explicó que se trataba de una acción altamente organizada, pues los ladrones habían logrado retirar un pesado mármol, excavar más de un metro de tierra y borrar huellas.

INVESTIGACION SECRETA Las fuerzas de seguridad no entraron a discutir si se trataba de una profanación por motivos políticos o étnicos (la isla está dividida entre el sur griego y el norte turco) y llevaron la investigación en secreto. Pero el lunes, casi tres meses después de la desaparición del cuerpo, una llamada anónima alertó sobre su paradero: estaba en otro cementerio, a cinco kilómetros del que se había sustraído, dentro de la tumba de un anciano. Las pruebas de ADN confirmaron ayer que eran los restos de Papadopoulos.