De los 1,4 millones de soldados de las Fuerzas Armadas estadounidenses, solo 3.572 son musulmanes, de los que 1.164 pertenecen al Ejército, según datos del Pentágono. El perfil medio es el de un joven de 21 años, casado y con un hijo.

Los militares musulmanes reciben el mismo trato que cualquier otro soldado y son enviados al frente sin importar si el enemigo profesa su misma fe. A falta de datos oficiales --la Oficina del Censo prohíbe las encuestas sobre creencias religiosas--, se calcula que hay en el país en torno a 2,35 millones de musulmanes.