El estilo de Donald Trump ha llegado también a las Naciones Unidas. Este viernes ha presentado sus credenciales como embajadora de Estados Unidos ante la organización Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur, que antes de reunirse con el secretario general, António Guterres, ha hecho una breve declaración ante los medios marcada por un tono decidido,un mensaje centrado en la fuerza y con algún tinte de amenazas y tras la que se ha marchado sin contestar preguntas.

“Van a ver un cambio en cómo hacemos las cosas. Ya no se trata de trabajar más duro, sino de trabajar de forma más inteligente”, ha declarado Haley. “Nuestra meta con la Administración es mostrar valor en la ONU. Nuestra forma de mostrar valor esmostrar fuerza, mostrar nuestra voz, respaldar a nuestros aliados y asegurarnos de que nuestros aliados nos respaldan también. Para quienes nos nos respalden”, ha dicho a continuación, “vamos a apuntar los nombres y nos aseguraremos deresponder a eso de forma acorde”.

Crítica con Trump durante la campaña y alertando sobre los populismos en la intervención con la que respondió por los republicanos al último discurso sobre el estado de la Unión de Barack Obama, Haley parece haber olvidado diferencias con el ahora presidente, que una vez llamó a la ONU “solo un club para que la gente se reúna, hable y lo pase bien”. "Todo lo que funciona lo vamos a hacer mejor, todo lo que no funciona vamos a intentar arreglarlo y nos vamos a deshacer cualquier cosa innecesaria", ha asegurado la embajadora.

RECORTES EN LA FINANCIACIÓN

Al marcharse sin contestar preguntas, Haley ha dejado en el aire las dudas que rodean al futuro de la relación de EEUU con la ONU. Y son muchas. Un borrador de una orden ejecutiva al que ha tenido acceso 'The New York Times' asegura que la Administración de Trump se plantea recortar “al menos un 40%” las aportaciones económicas de Washington a organizaciones internacionales. En el caso concreto de la ONU, según ese documento, se eliminaría toda la financiación para agencias si cumplen determinados criterios. Entre ellos: dar membresía plena a la Autoridad Palestina o apoyar programas que financian abortos.

La orden ejecutiva, según ha explicado el 'Times', establece la creación de un comité que debe recomendar dónde exactamente hacer los recortes y señala específicamente a la financiación de operaciones de paz, ayuda al desarrollo en países que “se oponen a políticas importantes de EEUU” y el Fondo de Población de la ONU, que supervisa programas de salud reproductiva y maternidad.