Horas después de que el rey Fahd de Arabia Saudí prometiera responder con "mano de hierro" al desafío terrorista de Al Qaeda, las autoridades saudís anunciaron la detención de un número indeterminado de sospechosos supuestamente relacionados con el atentado contra un complejo residencial en Riad, en el que murieron 17 personas, la mayoría de origen árabe. La revista Al Majalla, con sede en Londres, hizo publico ayer el contenido de un comunicado en el que la red terrorista de Osama bin Laden se atribuye el atentado del domingo.

Las autoridades de Riad no precisaron el número de arrestados ni tampoco su nacionalidad. Según fuentes saudís, los terroristas atentaron contra un área donde creían que residían occidentales, especialmente norteamericanos. Sin embargo, la mayoría de las víctimas mortales acabaron siendo árabes.

Por otra parte, Al Majalla hizo público el contenido de un mensaje enviado por un hasta ahora desconocido miembro de Al Qaeda, Abú Mohamed al Ablaj, en el que el grupo reclama la autoría del atentado de Riad, al tiempo que amenaza con nuevos ataques en el reino saudí y en otros estados del Golfo. Al Ablaj, según la publicación, es el instructor jefe de Al Qaeda y está vinculado con el 11-S.

Lejos de lamentar la muerte de inocentes de origen árabe, Al Ablaj se escudó en edictos religiosos que bendicen la muerte de quienes ayudan, protegen o viven junto a "infieles".