La de Irlanda del Norte será una de las coaliciones de Gobierno más desconcertantes e improbables de la historia. Reunidos por primera vez cara a cara, el líder del Partido Democrático Unionista (DUP), Ian Paisley, y el presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, confirmaron ayer en el castillo de Stormont, en Belfast, sede de la futura Asamblea, la creación de un Gobierno de unionistas y republicanos, que compartirán la autonomía a partir del próximo 8 de mayo.

Sentados a escasa distancia en la misma mesa, acompañados por miembros de sus respectivas formaciones y posando ante decenas de cámaras, Paisley primero y Adams después leyeron sendos comunicados anunciando su compromiso, en los términos más conciliadores escuchados hasta ahora en este larguísimo proceso de paz.

DESCONOCIDO "Quiero dejar claro que me comprometo a trabajar no solo por la gente que ha votado al DUP, sino por toda la gente de Irlanda del Norte. No podemos permitir o justificar que el odio por los horrores y tragedias del pasado se convierta en una barrera para crear un futuro mejor y más estable para nuestros hijos", señaló un Paisley desconocido que, a punto de cumplir 81 años, renegaba, afortunadamente para bien, de medio siglo de credo político sectario con el que ha fulminado a todo el que intentara pactar con los republicanos.

El hombre que se negó a firmar los acuerdos de paz de Viernes Santo, boicoteó el proceso de paz y terminó aplastando en las urnas al unionista moderado y Premio Nobel de la Paz David Trimble, por haber formado Gobierno con el Sinn Féin, será ahora el nuevo ministro principal de Irlanda del Norte, con el antiguo jefe del IRA, Martin McGuinness, como número dos del Ejecutivo autónomo.

Para aceptar esta fórmula, Paisley ha tenido que vencer las resistencias de algunas figuras de su propia formación, algo que solo ha logrado gracias al plazo extra de seis semanas sobre el calendario previsto en los acuerdos de Saint Andrews.

ENTUSIASMO Y ALIVIO Gerry Adams lamentó el retraso, pero mostró su satisfacción por el pacto "que marca el comienzo de una nueva era en la política de esta isla". El Gobierno británico recibió con similar entusiasmo y alivio la noticia del histórico compromiso. "La preparación de este momento es el resultado de todo lo que hemos hecho en los últimos diez años", declaró Tony Blair. El responsable británico para Irlanda del Norte, Peter Hain, describió el acuerdo como la victoria de la política sobre "el fanatismo, la confrontación, la amargura y el horror".

Hain anunció la presentación de una ley por el procedimiento de urgencia en la Cámara de los Comunes de Londres para compensar el retraso de seis semanas y dar amparo legal a la futura autonomía.