En una decisión que el palacio de la Zarzuela reconoce como de cierto riesgo, el Rey se comprometió ayer a servir como "facilitador" en el contencioso que enfrenta a Argentina y Uruguay por la construcción de una fábrica papelera en el último país. Juan Carlos aceptó la petición que le trasladó el presidente argentino, Néstor Kirchner, durante un encuentro al margen de la cumbre.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, recalcó en rueda de prensa que el Monarca no actuará como mediador, sino que prestará sus buenos oficios para propiciar el diálogo entre "dos países amigos". Una labor, según explicó Moraleda, que implicaría tomar partido y presentar propuestas.

La disputa --surgida por la construcción en la orilla uruguaya del Río de la Plata de una papelera que Argentina considera contaminante-- ha provocado el mayor conflicto en curso entre dos países latinoamericanos. Kirchner y su homólogo uruguayo, Tabaré Vázquez, han roto la comunicación, y las rutas terrestres de Argentina a Uruguay están cortadas. Kirchner embarcó al Rey en la disputa después de que varios organismos se hayan pronunciado a favor de Uruguay y de que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva eludiera ser mediador.