El juicio contra el diputado holandés de ultraderecha Geert Wilders, acusado de incitar al odio racial y la discriminación contra los musulmanes, ha comenzado hoy en Amsterdam en medio de fuertes medidas de seguridad. Al inicio de la sesión, Wilders ha afirmado que "no retira" ninguna de sus palabras porque son "la verdad".

Wilders, en el que se han apoyado los democristianos (CDA) y liberales (VVD) para formar Gobierno en Holanda, se sienta ante el juez por calificar al islam de "régimen totalitario" y comparar el Corán con el libro Mein Kampf de Adolf Hitler. El líder del Partido para la Libertad (PVV), que quedó tercero en las elecciones legislativas anticipadas del pasado 9 de junio, considera que el juicio es un proceso político y sobre "la libertad de expresión".

Nada más iniciarse la sesión, el dirigente del PVV ha solicitado a los jueces dos minutos de tiempo para decir unas palabras, pero ha aclarado que recurrirá a su derecho a permanecer en silencio durante el resto del juicio. "Estoy aquí como sospechoso, como una persona que ha sido elegida por el pueblo, porque he expresado mi opinión y en lo que he dicho he usado mi libertad de expresión, pero no retiro nada de lo que he dicho o se me ha atribuido", ha señalado el político. Durante el proceso será su abogado, Bram Moszkowicz, quien responda a las preguntas de los magistrados.

UN AÑO DE CÁRCEL Y MULTA DE 7.600 EUROS

"El islam es un régimen totalitario y una amenaza para la sociedad holandesa", llegó a decir en declaraciones a los medios holandeses Wilders, quien asegura que se trata de "una religión que intenta eliminar a otros" y que "no existe un islam moderado". Estas afirmaciones, sus comentarios en foros de internet y su película de 17 minutos Fitna, que fue difundida a través de internet en el 2008, le han supuesto la apertura de un proceso penal en su contra que podría costarle un año de cárcel y una multa de hasta 7.600 euros.

El abogado de Wilders sostiene que es innegable que el islam es "una ideología peligrosa" y defiende que su cliente se ha limitado a decir la verdad y que "no se puede condenar a una persona por decir la verdad".