La policía de España contribuyó al arresto hoy en la ciudad brasileña de Sao Paulo del narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "Chupeta", considerado uno de los más buscados del mundo, informó la Policía Federal brasileña. "La investigación contó con el intercambio de informaciones sigilosas entre Brasil, Estados Unidos, España, Uruguay y Argentina", detalló un comunicado policial.

"Chupeta", considerado el jefe del cártel del Norte del Valle, prófugo de la Justicia colombiana y pedido en extradición por Estados Unidos, fue detenido en un condominio de lujo en Aldeia da Serra, uno de los municipios del área metropolitana de Sao Paulo. Su captura se produjo en desarrollo de la "Operación Farrapos", lanzada por la Policía Federal brasileña para desarticular una organización internacional dedicada al tráfico de drogas y al lavado del dinero que operaba desde Brasil.

La Policía describió la organización como una "red criminal en que narcotraficantes colombianos transportaban grandes cantidades de estupefacientes a Estados Unidos y Europa, y cuyas ganancias regresaban a Brasil a partir de España y de México y con tránsito por Uruguay". Según el comunicado, la organización lavaba el dinero de procedencia ilícita mediante inversiones en Brasil en el ramo inmobiliario, principalmente en hoteles y mansiones, en la industria y en la adquisición de vehículos.

La Operación Farrapos preveía la captura de 17 personas, entre ellas Ramírez Abadía, así como allanamientos en 28 residencias y oficinas en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais, Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul. Ramírez Abadía fue señalado por la Policía brasileña como "sospechoso de ordenar centenas de homicidios en Colombia y en Estados Unidos, entre ellos de policías e informantes".

Las autoridades colombianas consideran a Ramírez Abadía como el dueño de los cerca de 90 millones de dólares en efectivo y en oro que la policía ha descubierto en los últimos meses en cinco escondites en distintos barrios de la ciudad de Cali, oeste de Colombia. Según las autoridades estadounidenses, Ramírez Abadía comenzó su trayectoria como narcotraficante en el cártel de Cali y se entregó a la Policía colombiana en 1996.

De acuerdo con el Departamento Estadounidense Antidrogas, tras purgar una condena por narcotráfico, el colombiano salió de prisión en 2002 y reinició sus actividades delictivas ahora aliado al cártel del Norte del Valle, considerado actualmente como el más poderoso de Colombia.