Giovanna Reggiani, de 47 años, acababa de bajar de un tren en una estación semiabandonada. El presunto agresor, Nicolae Romulus Mailat, de 24 años, tras atacarla, tiró su cuerpo, aún con vida, a los lodazales que rodean un cercano campamento de rumanos sin domicilio. Pero una mujer, también rumana, vio lo que estaba sucediendo y se puso en medio de una carretera hasta que llegó un autobús urbano, que se detuvo. A través de señas, porque no hablaba italiano, la mujer indicó al chófer del transporte público que bajase y le mostró el cuerpo de la mujer. Era la esposa de un almirante italiano. Giovanna Reggiani resistió dos días en coma hasta su muerte, la noche del jueves.