Por escribir sobre el genocidio armenio, Hrant Dink fue condenado en base al artículo 301, que castiga "el insulto a la identidad turca". Un año después, el semanario Agos se enfrenta a nuevos juicios. Según las oenegés, este artículo convierte a intelectuales y periodistas en víctimas de la ira nacionalista. "Seguimos recibiendo amenazas por correo electrónico y teléfono", se lamenta el editor de Agos, Aris Nalci.