El presidente sirio, Bachar al Asad, se mostró dispuesto a negociar de todo en las negociaciones previstas para finales de este mes en Kazajistán, pero dijo que su éxito dependerá de quién esté en la otra parte de la mesa, es decir, si son los representantes de lo que él llama la "verdadera oposición".

En una entrevista concedida este fin de semana a varios medios de comunicación franceses como "France Info" divulgada al completo hoy, Al Asad señaló: "nosotros estamos dispuestos a negociar de todo", pero "el éxito" dependerá de la oposición.

"¿Estará la verdadera oposición?. Cuando digo la verdadera quiero decir la oposición local, no la oposición saudí, no la francesa o la británica", precisó en alusión a los grupos apoyados por gobiernos de otros países.

En cuanto a si también estará en cuestión su propio futuro, puntualizó que corresponde al pueblo sirio decidir, y no a los que se reúnan en Kazajistán.

"Mi estatuto está vinculado a la Constitución -subrayó- y no es propiedad del Gobierno ni del presidente ni de la oposición. Pertenece al pueblo sirio. De forma que si quieren cambiar la Constitución, hace falta un referéndum".

El dirigente sirio advirtió de que hasta el comienzo de esas conversaciones, el alto el fuego tendrá que ser respetado "por todas las partes", aunque al mismo tiempo recordó que están excluidos el Estado Islámico y el frente Al Nusra.

La entrevista fue concedida a varios medios franceses (además de "France Info" también pudieron preguntar a Al Asad "RTL" y "LCP") con ocasión de una controvertida visita a Damasco de tres diputados franceses de oposición, criticada incluso en las filas de sus propios partidos.

Al Asad se mostró complaciente con la posición sobre el conflicto sirio del candidato conservador a la presidencia de Francia y favorito de los sondeos, François Fillon.

Estimó "bienvenida" su "posición sobre los terroristas, cuando dice que ésa es LA prioridad y que no hay que injerirse en los asuntos de otros países".

Igualmente Al Asad consideró "positiva" la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, y dijo esperar que su entrada en funciones a partir del próximo día 20 será beneficiosa para la situación en Siria.

"Si hay un enfoque sincero, una iniciativa para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Siria -argumentó-, eso tendrá un impacto para todos los problemas en el mundo, también en Siria".

El presidente sirio aseguró que la destrucción causada por la guerra es "muy dolorosa" para los sirios, y que la guerra nunca es buena -"todas son malas"-, pero justificó los bombardeos para hacer frente a los que llama "terroristas", sus opositores.

"La cuestión -dijo- es cómo liberar a los civiles de los terroristas en esos barrios. ¿Es mejor dejarlos bajo su poder, con decapitaciones, con ejecuciones? ¿Es ése el papel del Estado? No, hay que liberarlos y es el precio que hay que pagar, pero al final se libera a la gente de los terroristas. Es lo que tenemos que hacer".

Tras la toma de Alepo, Al Asad dio a entender que no considera haber ganado la guerra, y señaló que la "victoria será cuando hayamos eliminado a todos los terroristas".

En cualquier caso, añadió que el actual es "un momento crítico en esta guerra y estamos en el camino de la victoria".