El presidente sirio, Bashir al Asad, rechazó ayer la petición israelí de un despliegue de tropas internacionales en la frontera entre el Líbano y Siria, para impedir que entren por esa zona armas y pertrechos destinados a Hizbulá. Alemania se había ofrecido para cubrir con sus policías esas funciones, precisamente en esa frontera, ya que el Gobierno de Angela Merkel quiere evitar el contacto directo con los soldados israelís. La negativa siria al despliegue limita la eventual misión alemana en el Líbano a la vigilancia naval de la costa libanesa.