Lo que la prensa israelí llama sin tapujos el efecto Jericó --el asalto a la cárcel de esta ciudad palestina para detener a los implicados en el asesinato del ministro israelí de Turismo Rechavam Zeevi en el año 2001-- ha beneficiado las aspiraciones electorales del primer ministro interino, Ehud Olmert. La primera encuesta efectuada tras la operación militar da a su partido, el Kadima, 43 escaños de los 120 que forman la Knesset, un aumento de seis diputados respecto a anteriores sondeos.

A dos semanas de la cita con las urnas, Olmert contrarresta así la tendencia a la baja que mostraban los sondeos del último mes. La encuesta indica también que el efecto Jericó favorece las posturas más duras del arco parlamentario, ya que el Likud de Binyamin Netanyahu logra dos escaños más (16) mientras el Partido Laborista cae a 14. "El efecto se desvanecerá en dos días", predijo Netanyahu.

ALERTA Mientras, la zona sigue en alerta tras el asalto del martes. Ayer, un soldado israelí murió en Yenín (Cisjordania) en una operación para detener a cinco milicianos acusados de ataques a israelís. En Jerusalén Este, la policía prohibió una conferencia de ONG palestinas bajo el argumento de que se trataba de un acto político de Hamás y del Frente Popular para la Liberación de Palestina.