En cuanto quedó constituida la Asamblea Constituyente, el Congreso fue suspendido de forma indefinida. Tras ser ratificado en su cargo al frente de la Asamblea, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, inauguró ayer en la ciudad de Montecristi las sesiones que en seis meses deben concluir con la nueva Carta Magna de carácter fundacional.

Correa degustaba el sabor de sus primeras victorias políticas: bajo el liderazgo del partido del Gobierno, Alianza País, la Asamblea desplazó al fiscal general y cesó las funciones de un Parlamento dominado por "la partitocracia", según sus palabras. Ahora, los constituyentes podrán también legislar. Los magistrados que tramiten cualquier acción en contra de esas decisiones serán destituidos y llevados a juicio.

"MOMENTO HISTORICO" "No vivimos en un Estado de derecho", se quejó el socialcristiano Diego Ordóñez, en medio del debate. "Los miembros de la minoría deben entender el momento histórico y que su propuesta no fue aceptada por la mayoría", respondió el presidente de la Asamblea, Alberto Acosta.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, se excusó de asistir a la ceremonia de apertura para no cruzarse con su colega colombiano, Alvaro Uribe. Los dos países atraviesan una crisis después de que Bogotá cancelara la mediación de Chávez para liberar a los rehenes de las FARC.