La contraofensiva política del chavismo ha llegado este viernes a uno de los lugares más peligrosos de la crisis venezolana. Por unanimidad, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ha decidido hacer valer los poderes originarios que se autoasignó y, por unanimidad, ha asumido las competencias de un Congreso donde la oposición cuenta con mayoría calificada. La Asamblea Nacional (AN) ignoró por completo la intención de la constituyente de "legislar sobre las materias dirigidas directamente a garantizar la preservación de la paz, la seguridad, la soberanía, el sistema socioeconómico, financiero, los fines del Estado y la preeminencia de los derechos de los venezolanos".

De esta manera, lo que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) no pudo lograr en abril, cuando intentó disolver el Parlamento y desató las protestas callejeras opositoras, la ANC trata de alcanzar ahora de manera expeditiva. "Le daremos una lección histórica", le dijo al Congreso la presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, por su rechazo a subordinarse al poder originario. Aseguró que los diputados de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) responden de inmediato de manera afirmativa "cuando los convoca el guion imperial de la destrucción, del asesinato, del aniquilamiento del pueblo venezolano". Con el paso dado, subrayó Rodríguez, la ANC les enseñará que "el pueblo manda en Venezuela". El decreto que busca la extremaunción de la AN recuerda que todos los órganos del poder público están supeditados a la constituyente, la cual está facultada "para adoptar medidas sobre sus competencias".

SESIÓN DEL CONGRESO CON LOS EMBAJADORES

El Congreso celebrará este sábado una sesión en presencia de los embajadores acreditados en Caracas para repudiar la avanzada del chavismo. La MUD está convencida que el neuvo intento de disolver la legislatura no será acatado por el pueblo ni por comunidad internacional. "La ANC es nula y sus actos ilegales e inconstitucionales. Doscientos años después del nacimiento de la República, se pretende someter al pueblo de Venezuela a una mentira, a la simulación de un nuevo momento fundacional con el único objetivo de destruir la constitución de 1999".

La medida de la ANC fue precedida por la destitución de la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, y el levantamiento de la inmunidad parlamentaria del diputado chavista disidente, Germán Ferrer, acusado por el nuevo Mnisterio Público de corrupción.