El cadáver del párroco de la localidad de Regla --en las afueras de La Habana--, Mariano Arroyo, fue encontrado ayer apuñalado y quemado, en el segundo caso de un sacerdote español asesinado este año en Cuba, según confirmaron fuentes diplomáticas y religiosas. El sacristán de Regla, Orlando Arocha, narró que un vigilante vio salir humo de la iglesia, entró y encontró el cuerpo del cura, de 74 años, en su habitación, sobre un colchón quemado, y lo levantó para sacarlo antes de darse cuenta de que estaba muerto y manaba sangre.

El sacerdote, natural de Santander, llevaba 20 años en Cuba y tenía previsto viajar a España de vacaciones el sábado próximo, agregó Arocha. El sacristán vio al párroco por última vez el domingo, cuando ofició dos misas. Según un portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), no reconocida por el Gobierno de la isla, el cadáver del religioso tenía varias puñaladas, quemaduras y las manos atadas.

Ninguna información oficial sobre este suceso había sido suministrada al cierre de esta edición. Patrullas de la policía y curiosos permanecían frente al santuario de la Virgen de Regla, donde varios vecinos alabaron la labor del sacerdote, que pertenecía a la diócesis de Madrid, según fuentes diplomáticas.

PRIMER CASO A mediados de febrero fue también apuñalado y estrangulado en La Habana el también sacerdote español Eduardo de la Fuente Serrano, de 61 años, sin que hasta ahora se conozca públicamente el resultado de la investigación.