Berezovski acusó al Kremlin de la muerte del exespía ruso Alexander Litvinenko, fallecido el 23 de noviembre en Londres por envenenamiento con polonio-210. Mientras Occidente busca la "mano del KGB" tras la muerte del exespía, políticos cercanos a Vladimir Putin señalan a su "protector" Berezovski, interesado en "desestabilizar" el poder.