Durante los cinco años en que estuvieron en el poder en Kabul, desde diciembre de 1996 hasta noviembre del 2001, los talibanes prohibieron que las niñas fueran a la escuela y, en general, que cualquier mujer pudiera estudiar. Las mujeres quedaron apartadas de la vida pública y solo podían salir a la calle cubiertas por el burka.

Tras la caída del régimen talibán, las escuelas reabrieron y la universidad volvió a aceptar a mujeres. La situación ha mejorado, pero no está normalizada.