El temible y glacial Bashar al Asad se presentó en Londres con una fabulosa tarjeta de presentación: su esposa, Asma. Nacida hace 26 años en la capital británica, hija de una familia de origen sirio, la mujer que contrajo matrimonio hace dos años con Al Asad, no responde al prototipo de primera dama de Siria, un papel inexistente hasta ahora.

Asma se educó en Inglaterra, estudió informática en el King´s Collage y trabajó como economista en la City, viajando frecuentemente a EEUU y Oriente Próximo. Los que la conocen la describen como inteligente, muy extrovertida y muy moderna. Quienes la vieron ayer pudieron apreciar su belleza y su elegante seguridad.