La policía alemana investiga si el ataque que se produjo el viernes en Hamburgo, en que un hombre con un cuchillo mató a una persona e hirió a otra seis, es un nuevo atentado yihadista. Aunque en un primer momento se pensó que era un atraco, las pesquisas apuntan hacia el móvil terrorista. Sobre todo desde que las autoridades han informado de que el autor de la agresión, un palestino identificado como Ahmet Al H. y nacido en los Emiratos Árabes Unidos y que pasó una temporada en España, es un individuo al que la policía vigilaba como islamista y que, tras serle negado el estatuto de refugiado, estaba pendiente de expulsión. El perfil del agresor y su situación recuerdan a los de los autores de dos atentados registrados hace ahora un año en Baviera, así como el del mercadillo navideño de Berlín del pasado diciembre, donde murieron 12 personas e hirió a otras 56.

Según el ministro del Interior del 'land' de Hamburgo, Andy Grote, ha informado que el autor del ataque de Hamburgo era vigilado por sus tendencias radicales, aunque no se había detectado que tuviera vínculos con redes yihadistas. Además, todo apunta a que actuó solo. El agresor también tenía antecedentes por delitos menores. Ahmet Al H., había llegado a Alemania en el 2015 tras pasar por varios países europeos como Noruega, Suecia y España. En el 2016 se rechazó su solicitud de refugiado.

Grote añadió que, en el albergue, en que residía, era conocido por su mal comportamiento y por sus problemas con el alcohol y las drogas. En los últimos tiempos se habían observado en él "cambios", se le veía frecuentemente recitando el Corán y había empezado a vestirse a la usanza islámica. Es por eso que las autoridades aún no descartan que el ataque fuera provocado, no por motivos ideológicos, si no por causas psicológicas.

UN CUCHILLO DE LA ESTANTERÍA

El ataque se produjo a mediodía. El agresor entró en el supermercado, de donde se fue pocos minutos después y subió a un autobús. No obstante, en seguida se bajó y volvió al establecimiento donde agarró un cuchillo que estaba a la venta en una estantería y tras quitarle el envoltorio, atacó sin motivo aparente a un alemán de unos 50 años, que murió en el mismo local.

Poco después atacó a otras personas que estaban en el establecimiento, hiriendo a seis de ellas de distinta consideración. Ya en la calle, un grupo de ciudadanos que vieron lo ocurrido en el supermercado salieron tras él y lograron reducirle arrojándole sillas hasta que llegó la policía y le detuvo. El ministró aplaudió la "valentía y decisión" de las personas que lograron neutralizarlo. Las autoridades justificaron el hecho de que no se le hubiera expulsado en que carecía de pasaporte, lo que complicaba el trámite.

Al lugar del ataque, un local de la cadena "Edeka" del barrio de Barmbeck, acudieron este sábado grupos de ciudadanos a dejar flores y mensajes para las víctimas o de agradecimiento a esos ciudadanos.

CONSULTA PREVIA A INMIGRACIÓN

El viernes, horas antes de irrumpir en el supermercado y robar de una estantería el cuchillo de 20 centímetros con el que cometió su ataque, había preguntado en inmigración cómo estaba su situación, ya que mientras no tuviera pasaporte no podía ser expulsado.

La zona quedó acordonada durante horas por un fuerte operativo policial, en medio del clima de alarma que se vive en Alemania, donde rige la alerta terrorista de forma generalizada.

UNA CIUDAD VIVERO DE YIHADISTAS

El diario "Bild" apuntó hoy que Hamburgo fue la ciudad donde se orquestaron los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU y que ahí vivió sin levantar sospechas su coordinador, Mohamed Atta. Se estima que en la ciudad viven 320 radicales islámicos, prosigue ese medio, según el cual 70 musulmanes residentes ahí salieron en dirección a Siria o Irak para unirse a la yihad.