En abril del 2004, la policía israelí ató a Mohamed Baduán, un palestino de 13 años, a su todoterreno a modo de escudo humano en las proximidades de Ramala durante una manifestación, según denunció el grupo Rabinos por los Derechos Humanos. La táctica surtió efecto, ya que los manifestantes dejaron de tirar piedras.

La organización Human Rights Watch (HRW) también documentó muchos casos en los que el Ejército israelí usó escudos humanos. HRW relata el caso de ocho civiles palestinos obligados a permanecer en un balcón durante tres horas mientras los soldados disparaban a militantes palestinos.