La explosión de un coche bomba frente al cuartel de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en el centro de Herat, capital de la provincia en Afganistán, provocó ayer la muerte de tres afganos y siete heridos, entre ellos un civil italiano que trabaja en el equipo de reconstrucción del cuartel. El ciudadano italiano fue trasladado al hospital de campaña español de la Base de Apoyo Avanzada de Herat, a 19 kilómetros del centro de la ciudad, donde fue dado de alta poco después.

El ataque suicida fue perpetrado con un todoterreno cargado de explosivos. Uno de los muertos fue uno de los guardas del edificio. Probablemente, los otros dos fueron los suicidas, miembros de los talibanes.

En el edificio atacado hay unos 50 miembros del Mando Conjunto de la ISAF, entre los que se encuentran nueve españoles, que resultaron ilesos, y unos 130 militares italianos. Según fuentes militares españolas, el atentado no alteró la tranquilidad en la base española, situada a las afueras de Herat.

OLA DE VIOLENCIA El de ayer fue el segundo atentado contra una base de fuerzas extranjeras en dos días. Dos soldados y un civil de EEUU resultaron heridos el viernes en un atentado con coche bomba en la provincia de Helmand, en el sur del país, donde están estacionadas las tropas estadounidenses y británicas. Ayer, las tropas ocupantes destruyeron un cuartel rebelde en la región, como represalia.

Unos 30.000 militares de 30 países están actualmente estacionados en Afganistán. España tiene desplegados en el país cerca de un millar de soldados.