Al menos 37 personas murieron ayer y otras 65 resultaron heridas por la explosión de camión-bomba cerca de una mezquita suní, al oeste de Bagdad, el día en que miles de manifestantes y el presidente iraquí, Jalal Talabani, protestaron por la breve detención el viernes del hijo de líder chií Abdel Aziz al Hakim por parte de tropas de EEUU.

La explosión ocurrió sobre las 15.30 horas locales en la provincia de Al Anbar, principal feudo de la resistencia árabe suní del país. La mayoría de las víctimas eran fieles que se dirigían a la mezquita para los rezos de la tarde, afirmaron dichas fuentes, que agregaron que el estallido causó daños a la mezquita, a una comisaría, y a varias tiendas y viviendas. El atentado ocurre un día después de que el imán de la mezquita criticara a Al Qaeda, la policía y los residentes.