Los ataques de la resistencia se cebaron ayer, por primera vez en la posguerra, con uno de los más fieles aliados de EEUU: Italia. Un atentado suicida contra el cuartel de los carabinieri en la ciudad de Nasiriya, en el sur del país, causó al menos 27 muertos --16 militares italianos, 2 civiles de esa misma nacionalidad, y 9 iraquís-- y decenas de heridos. No sólo es uno de los atentados más sangrientos en Irak, sino que ha causado el mayor número de víctimas italianas desde la segunda guerra mundial.

La matanza ocurrió hacia las 10.30 de la mañana. Fuentes militares señalaron que dos suicidas estrellaron un camión y un coche cargados de explosivos contra el cuartel. El estallido fue de gran intensidad y las instalaciones quedaron en ruinas. El humo podía verse desde toda la ciudad y varias viviendas cercanas resultaron dañadas.

De los 16 militares italianos fallecidos, 12 eran carabinieri y los otros cuatro pertenecían al Ejército. Marina Catena, consejera de la embajada italiana en Bagdad, precisó que las llamas causadas por el estallido de los vehículos alcanzaron un depósito de municiones en el interior de la base, lo que multiplicó la onda expansiva.

SIN AMENAZA PREVIA "Este atentado nos ha sorprendido. El contingente no había sido objeto de amenazas. Al contrario, la semana pasada recibimos una amenaza contra la embajada en Bagdad y nos trasladamos algunos días a Nasiriya para mayor seguridad" , declaró Catena.

El nuevo atentado suicida ha causado gran conmoción y, sin duda, tendrá repercusiones por varias razones. Se trata del primer ataque de envergadura dirigido contra un contingente de las fuerzas de ocupación distinto al norteamericano. Además, el lugar elegido por los insurgentes ha despertado también la alarma. La mayoría de las acciones de la resistencia habían tenido lugar hasta ahora en Bagdad y en el denominado triángulo suní, al norte de la capital, donde el régimen de Sadam contaba con mayor apoyo. Nasiriya, en cambio, es una ciudad de mayoría shií y, al igual que todo el centro y el sur del país, ha gozado de una situación de relativa calma desde el fin de la guerra.

Todo ello hace pensar que los insurgentes han decidido extender sus acciones por todo el país, al margen de las circunstancias.

La escalada de la tensión y el nerviosismo que genera contribuyen, además, a que se multipliquen los incidentes. Ayer, en Bagdad, las fuerzas norteamericanas dispararon por error contra el vehículo en el que viajaba Mohamed Bahur Ulum, uno de los miembros del Consejo de Gobierno interino iraquí. El conductor del vehículo resultó herido leve. El incidente se produjo a la entrada de la denominada zona verde , el recinto fortificado que alberga la sede de la Autoridad Provisional de la Coalición, que dirige el administrador norteamericano, Paul Bremer.

Tras conocerse la noticia, Bush exigió a su virrey en Irak acelerar la transición y el mando español de la Brigada Plus Ultra en Diwaniya ordenó ayer la aplicación de la máxima alerta --fases Charli y Delta, según las unidades-- tras el atentado de ayer. Fuentes militares admitieron el "riesgo cierto" de ser objeto de atentado. Alfredo Cardona, que manda el contingente, ha reforzado los controles cerca de la base española.