El conflicto venezolano fue a estallar ayer con violencia a las puertas de la embajada española y del consulado colombiano en Caracas, donde dos explosiones de inusitada potencia causaron tres heridos y graves desperfectos en ambos edificios y otros contiguos. Los atentados fueron reivindicados con octavillas por la desconocida Fuerza Bolivariana de Liberación, pero la oposición acusó al presidente, Hugo Chávez, de haberlos azuzado en su último programa dominical.

La primera explosión sacudió el barrio de La Castellana. A las 2:15 de la madrugada, un bombazo arrancó la puerta del aparcamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional, causó destrozos en la contigua embajada, la garita de guardia y rompió los cristales de edificios cercanos. El embajador español, Manuel Viturro, informó de que "sólo se encontraban en las dependencias los conserjes y dos guardias, que tampoco resultaron afectados".

Viturro añadió que lamentaba los "daños materiales" y que "sólo hubo heridos leves". En Madrid, el presidente José María Aznar dijo que "no quería entrar en hipótesis sobre el atentado", y agregó que sigue con "preocupación razonable" la situación.

Unos 15 minutos más tarde, otro artefacto explotó a la entrada del consulado colombiano. El vigilante de un edificio próximo a la embajada española y dos transeúntes sufrieron cortes. En ambos lugares aparecieron panfletos de la Fuerza Bolivariana de Liberación en apoyo de Chávez.