La filial de Al Qaeda en Irak, dirigida por Abú Musab al Zarqaui, se atribuyó el atentado suicida que ayer causó 26 muertos cerca de Balad, al norte de Bagdad. El panfleto de la organización terrorista, que ayer apareció colgado en varios edificios públicos de Balad, Samarra y Duluiya, advierte de que "en los próximos días habrá más resistencia y los agentes serán atacados en sus propias casas".

El ataque en Balad, localidad situada en el conflictivo triángulo suní, tuvo lugar a sólo 28 días de las elecciones en Irak, en las que también podrán votar los iraquís residentes en Siria, según se anunció ayer en Damasco. Un coche bomba explotó cuando un autobús circulaba por las cercanías de un acuartelamiento de las fuerzas estadounidenses, causando la muerte de 25 guardias nacionales y de una mujer civil.

Las fuerzas de seguridad iraquís son blanco habitual de Al Qaeda desde el fin oficial de la guerra, en mayo del 2003, ya que las considera cómplices de la fuerza militar extranjera.

Estados Unidos y el Gobierno de Bagdad confían en que esta violencia diaria pueda ser controlada antes de la celebración de los primeros comicios tras el derrocamiento de Sadam Husein. Pero algunos grupos iraquís, entre ellos el principal partido suní, han solicitado el retraso de la fecha electoral debido al clima de inseguridad reinante en casi todo el país.

En otro incidente, dos iraquís fallecieron cerca de la localidad de Abú Graib, 25 kilómetros al oeste de Bagdad. Según el relato de la policía local, un artefacto de fabricación casera hizo explosión al paso de un convoy militar estadounidense en la carretera que une la capital con esta localidad, que da nombre a la cárcel que ha sido escenario de las torturas norteamericanas a presos iraquís.

Asimismo, el ministro de Petróleo iraquí, Thamer Abas Ghadbane, denunció ayer una "guerra total" contra las instalaciones petrolíferas del país, por la que el país ha dejado de ganar más de 8.000 millones de dólares (5.882 millones de euros) desde marzo del 2003, precisó. El ministro explicó que "las exportaciones están ahora limitadas al sur del país, mientras que no se exporta desde el norte".

LLAMAMIENTO DE BIN LADEN Este tipo de atentados se han multiplicado desde que, a mediados de diciembre, Osama bin Laden instó a sus partidarios a golpear las instalaciones petroleras en Irak y, luego, en el conjunto de los países del golfo Pérsico. Al Jazira informó ayer de un nuevo acto de sabotaje que provocó el sábado el incendio de un tramo del oleoducto que conecta Kirkuk con la refinería de Baiji, al norte del país.