Un atraco de película ha vuelto a enterrar las esperanzas de alcanzar un rápido acuerdo en el proceso de paz de Irlanda del Norte. Tal y como se esperaba desde hacía días, el jefe de la policía norirlandesa, Hugh Orde, acusó ayer al Ejercito Republicano Irlandés (IRA) de haber organizado el robo de la principal sucursal bancaria del Northern Bank en Belfast el pasado 20 de diciembre. En el golpe, perfectamente organizado, participaron al menos una veintena de personas, según han explicado los investigadores.

Los ladrones, tras secuestrar a las familias de dos de los directivos de la central, desaparecieron junto con 38 millones de euros (6.322 millones de pesetas), uno de los botines más elevados en la historia de la delincuencia en el Reino Unido. "En mi opinión, el IRA Provisional fue el responsable del delito y todas las principales vías de la investigación apuntan en esta dirección", declaró Orde en rueda de prensa.

DIFICIL TREGUA El dinero obtenido en el golpe podría ir a parar, según diversos rumores, al llamado fondo de pensiones de los miembros de la banda republicana, obligados a abandonar sus actividades después del alto el fuego y el inicio del proceso de paz en Irlanda del Norte.